Vidrio templado: resistencia y seguridad
El vidrio templado se fabrica mediante un proceso de calentamiento y enfriamiento rápido que lo hace mucho más resistente que el vidrio normal.
Ventajas:
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Alta resistencia a golpes y cambios de temperatura.
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En caso de rotura, se fragmenta en pequeños trozos sin bordes cortantes, aumentando la seguridad.
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Ideal para mamparas de ducha modernas y minimalistas.
Desventajas:
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No ofrece aislamiento acústico ni térmico adicional.
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Menos efectivo frente a impactos directos muy fuertes comparado con el laminado en ciertas situaciones.
Vidrio laminado: seguridad y protección extra
El vidrio laminado está compuesto por varias capas unidas mediante un film de seguridad que mantiene los fragmentos unidos en caso de rotura.
Ventajas:
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Mayor seguridad en accidentes, ya que el vidrio no se desprende.
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Buen aislamiento acústico y térmico.
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Posibilidad de incluir cristales decorativos o mate sin perder resistencia.
Desventajas:
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Precio generalmente más elevado que el templado.
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Más pesado y requiere herrajes robustos.
¿Cuál elegir para tu mampara de ducha?
La elección depende del uso y las prioridades:
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Baños familiares con niños o personas mayores: vidrio laminado por seguridad adicional.
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Baños modernos y minimalistas: vidrio templado por su ligereza y estética limpia.
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Consideraciones de precio: el templado suele ser más económico y fácil de instalar.
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Durabilidad y mantenimiento: ambos son duraderos, pero el laminado puede requerir cuidado especial del film interior.
Conclusión
Tanto el vidrio templado como el vidrio laminado son excelentes opciones para mamparas de ducha, cada uno con ventajas según el espacio, los usuarios y el estilo del baño.
En Tot Mampara encontrarás mamparas con ambos tipos de vidrio, diseñadas para combinar seguridad, durabilidad y estética moderna.