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1. Determina el tipo de baño que tienes
Lo primero que debemos concretar es si tu baño tiene ducha o bañera, esto determinará el tipo de mampara que debes buscar.
2. Elige el tipo de mampara según el espacio
El espacio disponible en tu baño es uno de los factores más importantes a tener en cuenta. Dependiendo del tamaño y disposición del baño, algunas mamparas son más adecuadas que otras:
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Mamparas correderas: Son perfectas para baños pequeños o de tamaño reducido. Las puertas se deslizan de forma horizontal sobre un riel, lo que significa que no ocupan espacio adicional al abrirse. Es ideal para mantener la funcionalidad y aprovechar cada centímetro del baño.
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Mamparas abatibles o de batiente: Si tienes un poco más de espacio en tu baño, las mamparas abatibles pueden ser una excelente opción. Las puertas se abren hacia afuera, por lo que requieren algo de espacio para su apertura. Son perfectas si prefieres una mayor accesibilidad y facilidad para entrar o salir de la ducha.
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Mamparas fijas: Las mamparas fijas consisten en paneles de cristal que no tienen puertas. Son perfectas para duchas amplias y abiertas o para quienes buscan un diseño minimalista. Aportan una sensación de amplitud y no requieren espacio extra para su funcionamiento.
2. Ajusta un presupuesto
Es importante que elijas una mampara que se ajuste a tus necesidades y tu presupuesto, sin dejar de lado la calidad y la durabilidad. Recuerda que, a largo plazo, una buena inversión en una mampara de calidad puede ahorrarte tiempo y dinero en mantenimiento.
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